sábado, 18 de diciembre de 2010

Estoy loca,sí. Pero no tanto como para ir a un manicomio. Me gusta hacer el tonto un rato en mi cuarto esos día de lluvia. Hacerme peinados con los que jamás saldría a la calle, y cojer todos los potingues de mi madre y pintarme toda la cara. Es cierto, luego quedo horrorosa, ¿Y qué? ¿Por qué nos importa tanto lo que nos diga la gente? No lo sé. Aunque yo pienso que es mejor vivir tu vida, ahí a tu aire. Salir a la calle con tus amigos, los amigos que elegistes tú. Es tan facil ser tu misma. Bueno... a veces no lo es, por eso que digo, que nos importa mucho lo que pueda pensar la gente de nosotros. Ciertamente soy la primera que no hace esto, y lo otro, por si se quedan mirandome y empiezan a cuchichear. Cosa de la que estoy más que acostumbrada. Así que, ya no debería importarme tanto. Este es un GRAN paso. Es más, la mayoría de las veces te miran por envidia, y es cuando más gracia me hace. Bueno, no me empiezo a reir en su cara, pero es un poco patético. Eso de tener envidia... que pensamiento tan impuro. Aunque, si la tienes, no lo puedes remediar. ODIO. Odio a la gente que no se conforma con lo que tiene. Y de ahí creo que viene la envidia. No sé, la habré sentido una o dos veces, así que no sé mucho de ella.

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