Lola

Es cierto que no eres de esas que entras a primera vista por los ojos. Ni demasiado alta, ni guapísima... normal diría yo. Pero ahora me doy cuenta, de que quizá no entres por la vista, pero te quedas muy dentro, y cada día, me pareces más preciosa que ayer. No sé que será, o quizá si... pero es demasiado fácil quedarse enganchada a tí. Me gustan esas caras que pones, la de enfado, la de disgusto, la de "hoy he tenido un mal día", la de "cuidado que muerdo", la de "soy feliz"... todas. Me gusta cuando te enfadas y pareces una niña pequeña, cruzas los brazos sobre ti misma, frunces el ceño, y juntas los labios, en esos momentos eres realmente encantadora, y mucho mas guapa de lo que eres normalmente, supongo que por eso te hago enfadar. Me gusta cuando luchas por la injusticia, cuando te dá igual lo que piensen los demás, cuando alzas la voz por encima de los demás por defender aquello en lo que crees. Sobretodo me encanta cuando te insulto, y me pones esa carita de cordero degollado. Lo hago con cara de seria, pero las dos sabemos que bromeo, que solo te pego y te insulto por buscar alguna escusa y acercarte a mí.Y yo sigo provocando. Me gusta estudiar a tu lado, en la biblioteca, bueno si a mirarte durante media hora le llamas estudiar... porque es inevitable, verte allí con esa carita de concentrada, tomando apuntes, subrayando con dos mil y pico colores, enfadandote contigo misma por no saberte la lección y agobiarte. Verte que te lo tomas tan a pecho, me hace gracia. Yo te miro, sonrío.Y tu te giras y te ríes. También me gusta desconcrentrarte, conseguir que estés más de una hora sin pasar de la primera línea del primer párrafo. Me gusta el olor raro de tu casa, pero cuando digo raro, es raro... un olor normal a incienso de porro, jajaja, nunca dejarás de sorprenderme. Me gusta cuando sonries, estás medio dia sonriendo. Me gusta que me provoques, que me cojas cualquier cosa; un boligrafo, o los auriculares del iPod, que lo escondas al otro lado de tu cuerpo, para que te haga cosquillitas ¿Casualidad? Lo dudo.Y volvemos al ataque, te haces la indignada, me recriminas que no me vas a devolver los auriculares. Pones cara de seria pero te veo sonreir. Y vuelvo a posar mis manos sobre tus piernas, y tu allí tranquila, las mantienes junto a tus piernas... Haga lo que haga estoy perdida... Lo siento niña, pero tu no eres nada normal, pero eso es lo que tienes y me encanta. Me gusta pasear contigo por calles mojadas que quieren recordar cada pisada, calles vacias con un par de almas perdidas... Pararnos frente a frente, mirarnos y que me digas: Esther Zaldívar, sabes que te quiero mucho mucho no? -Sí. -Y tú, me quieres? -Te amo.