Quiero amaneceres contigo. En vez de olor a tostadas, que huela a ti. Y si se prolonga, también ver el anochecer. Que me digas un te quiero sincero, bajito y al oído. Sin importar la gente que haya alrededor. Porque aquí sólo importamos tú y yo. Es cierto eso de "si no arriesgas, no ganas", lo sé. Tengo miedo a perder, o mejor dicho, a perderte. Las ganas son las que tengo de ti, y puede que sólo por eso arriesgue. Muchas dudas. Lo único que tengo claro es que me apetece estar contigo, pero no sé cómo hacerlo.
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