sábado, 5 de febrero de 2011

Un día coges y te hartas. De escuchar las mismas sandeces de siempre de las mismas personas de siempre en el mismo sitio de siempre. Y dices: ¡Se acabó! Mañana lo corto de raíz. Ya, claro. Es lo mismo que quien dice que mañana vacia las cervezas que quedan, o quien dice que el lunes se pone a estudiar. ¡MENTIRA! Lo único que conseguirás (como mucho) es ir caminando decicida, con alguna vieja gloria en los oídos, a enfrentarte a tus fantasmas. ¡Perdón!: A ''enfrentarte a tus fantasmas''. Llegarás, tirarás la mochila, verás a la misma gente de siempre, en el mismo sitio de siempre, que se te acercará, te dirá alguna tontería sin gracia (como siempre), y reirás con esa risa que ni tú te crees. Sí, la risa de siempre. Te sentarás frente a los mismos profesores de siempre, que volverán a explicar lo mismo de cada día, y volverás a pensar: ''Mañana, si. Tal vez''.

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