viernes, 22 de abril de 2011

Freedom (is not free)


Tengo que reconocer que la introversión me ganó la partida durante 14 años. No sé si por el lugar, por el entorno, por la compañía o quién sabe por qué, pero el caparazón se me hizo cada día más grande y llegó un momento en el que no supe cómo pararlo. Tardes y noches pensando en la extraña situación y al final deduje que la mejor manera era dejar pasar el tiempo y que algún día algo me llevase a dar el paso. Hoy me levanté feliz, sentimiento extraño impropio de un domingo en este cuartocuadriculado de la aburrida ciudad de Tarragona. Entonces comencé a romper barreras, a estirar las alas y a saltar en este 5º piso. Me quité la camisa y la ropa interior, ni siquiera me peiné, pero de repente sentí una bocanada de aire fresco.

Las cosas no están siendo fáciles pero el camino a la metamorfosis está siendo dulce, también atractivo pero sobre todo dulce.

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