viernes, 15 de abril de 2011

Nunca he tenido demasiada suerte, pero que más da, hoy la tengo.

Para mi eres como el despertar del día de Reyes, como el atardecer en la colina, el anochecer en la playa. Eres como el aroma al café de media tarde, el abrazo a medianoche, la textura de unas sábanas húmedas, una melodía en tonos mayores. Eres una hemorragia de placer, una explosión sensorial interna, intensa, indivisible, inaudita, inpenetrable e irrepetible. Eres como típico texto cursi, tan certero, tan necesario, tan sincero.

Eres mágico, solemne, honesto, humilde, simple, perturbador, rutilante, de sonrisa embriagadora y mirada penetrante, tierno, silencioso, místico, radiante, de seductora y frágil fragancia, sedoso pelo castaño, insinuante sensualidad, extravagante estilo e imágen púdica. Eres bello, eres único.
Dicen que la vida son 4 días, 3 en mi caso porque siempre llego tarde. Dos de ellos ya han pasado, y supongo que me toca morir mañana. En mi última noche quiero disfrutar al máximo, quiero pasarla contigo y hacerla eterna.
Dónde has estado toda mi vida? No quiero despertar, este sueño es la ostia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario