miércoles, 15 de diciembre de 2010

Y pensar que esto lo empecé sin ti. Por que yo te esperaba, mucho antes de que llegases… cuantos malos ratos me hubieras ahorrado si hubieses aparecido antes. Pero no me arrepiento, porque ahora te disfruto mucho más. Y yo pensé que conocía el amor; me equivoqué. Porque no sabia como era sentirse amada, hasta que tú me lo enseñaste. Me mostraste la dulzura y la confianza a ciegas, me mostraste cuantas cosas se pueden decir con una mirada. Me enseñaste a confiar, y ay Dios! Me enseñaste a disfrutar el día, a darle valor a la gente que quiero. Me enseñaste que vale la pena hacer lo que te la da gana, cuando se te da la gana. Me enseñaste que no hay cosas tan terribles, solo hay personas asustadizas y sin valor. Me enseñaste a cuidarme y a hacerme valer, porque valgo la pena. Por lo menos para alguien, por lo menos para ti. Me enseñaste que la distancia no importa si tú me quieres y yo te quiero. Y que eso es lo más importante porque, la distancia puede solucionarse, pero el amor no puede inventarse. Me enseñaste que a veces no hay que buscar para encontrar. Que las cosas más lindas llegan de improvisto, y que hay que saber aprovecharlas. Me enseñaste que con tus besos puedo vivir cien años, que en tus abrazos puedo pasar la noche. Que en tu sonrisa, puedo planear mi vida. Me enseñaste a quererte, y hasta lograste que te quiera más que a nadie.

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