viernes, 11 de febrero de 2011

Andador

Lo admito , me cuesta mucho dar pasos, decidirme, escojer el camino; elegir entre una u otra opción, escojer entre los tacones negros y los blancos y sobre todo entre la falda alta o el pantalon corto, playa o montaña, yo que sé... ¿Los Angeles o Las Vegas?, ¿Los Dodgers o los NY Yankees?, ¿Ellos o yo?, pasos, pasos, pasos... Ojalá todo fuera como bailar, ahi si que puedes dar pasos, a diestra, siniestra, retroceder, avanzar, amagar... ¡Pero no! La vida no es un baile ni una discoteca. Quizás los que triunfan lo consiguen por que saben que pasos dar y en que momentos darlos, por que tienen esa valentía necesaria para plantarle cara al matón, a un examen de 8 temas, a cada mañana, a proposiciones, por que saben caminar, saben dar pasos, pero yo no. Quizás esté empezando a usar el andador, no sé caminar, no sé dar pasos, no sé elegir, no puedo cerrarme a una sola opción, me mantengo en el medio y quizás por eso estoy siempre en situaciones tan complicadas. Hay pasos que nunca tendré el valor de dar, que elija este año la carrera que estudiar, que empiece con el gimnasio y la dieta mediterránea y que me ponga a estudiar mates, no es vagancia, os juro que lo intento de veras. Pues llevo unos 5 meses intentando darlo, hacerlo, y no puedo, me caigo, tropiezo, me acojono y me inmovilizo, quizas por eso sea todo tan difícil, por que para dar ese paso se necesita valor, quiero aprender a caminar , quiero dejar el andador.

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